domingo, 8 de febrero de 2009

Lamentable acto de violencia y malos presagios para el futuro

“El que siembra vientos, cosecha tempestades”.
Se está cumpliendo inexorablemente lo expresado en el refranero popular.

Por el Dr. Alfredo Raúl Weinstabl

La violenta agresión contra el jefe del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi, constituye un lamentable e intolerable acto de intimidación política, que merece todo nuestro repudio y rechazo. Afortunadamente en la misma postura está todo el espectro político del país, tanto del oficialismo como de la oposición, quienes condenaron enérgicamente el hecho.
No creo necesario detallar las circunstancias de la agresión ya que fue ampliamente tratada en prácticamente todos los medios. Pero si hacer un análisis, de esta cobarde y repudiable forma de salvajismo político. Para algunos analistas se trató simplemente de un “escrache”.
Pero mi intención es analizarlo dentro del contexto de la política general del gobierno de los Kirchner.
Ya con más de cinco años de gobierno, Kirchner si bien no aprobó taxativamente este tipo de protesta, los alentó con su silencio, con su apoyo a los piquetes de protesta o de demandas y con otros actos de violencia física o verbal.
Para exponerlo de otro modo, Kirchner vivió incubando la violencia en todas sus formas, desde el mismo momento de su asunción a la primera magistratura.
Sin dudas la condición esencial, indispensable, para realizar cualquier tarea, desde la más simple hasta la más compleja y complicada, es la de un ambiente de serenidad, tranquilidad, paz y armonía.
Cuanto más complicado la tarea, más necesario
es que se establezcan y mantengan esas condiciones.
Gobernar un país, se encuentra dentro de las actividades más complejas, dado que se deben armonizar las demandas de una enorme cantidad de diferentes sectores, muchas veces opuestos entre sí, entre otras importantes tareas y actividades de otra naturaleza, que exigen ser resueltas por el presidente de una nación.
Kirchner realiza exactamente lo contrario. (ref.1 al 5)
En vez de buscar la paz social, que debería ser el cimiento indispensable para el crecimiento y desarrollo y una exitosa gestión de gobierno, vive confrontando, descalificando, denigrando, humillando públicamente (recordemos la vejación pública del ex vicepresidente en los primeros meses de su gobierno) con su léxico falso e irónico, no solo para con sus adversarios, sino también con aquellos que “osan” pensar diferente, vejándolos públicamente y sometiéndolos a todo tipo de agresiones verbales y también físicas.
No importa si se trata de personas, empresas o instituciones, que opinan distinto o disienten con la opinión de la pareja real o que tienen posturas diferentes al del gobierno.
Su “liderazgo” consiste en una conducta prepotente y en dividir, confrontar y agredir.
Todo su gobierno, desde el mismo comienzo, se puede calificar de violento y agresivo. No hay seguramente ningún sector de la sociedad, que haya salido indemne de sus iracundias diatribas y agresiones.
Nadie quiere a la pareja real. Ni siquiera sus aláteres, sus sirvientes o empleados más cercanos, ni su entorno más privado. Tampoco sus más leales colaboradores y por supuesto la legión de aduladores, sumisos, genuflexos, acomodaticios y obsecuentes por las prebendas que perciben.
La agresión al diputado Rossi no es la primera. Hace un poco más de un año, Alicia, la hermana de Kirchner recibió una insólita y brutal agresión en Río Gallegos similar a la del diputado.
El matrimonio real ya no puede concurrir a Rio Gallegos en donde reinó autoritariamente por espacio de más de diez y seis años. ¿Porque será?
A fines de enero la Reina tuvo que viajar en helicóptero a un acto en Villa Dolores en Córdoba, para eludir una manifestación de entidades rurales que reclamaban medidas para el sector, en el ingreso a la ciudad,.
El sector más deprimido de nuestra Patria, la base electoral de Kirchner y sustento de su gobierno, ya se ha dado cuenta de quienes son los Kirchner. Sus disparates, engaños, falsedades se están evidenciando por doquier. Su exacerbado autoritarismo, la escandalosa corrupción y sus fantasías demenciales están cada vez más a la vista.
Toda esta situación va configurando una situación y un escenario cada vez más violento y explosivo y una tensión social pronta a estallar.
Y no puede ser de otro modo. “El que siembra vientos, cosecha tempestades”. Se está cumpliendo inexorablemente lo expresado en el refranero popular.
De ahí que los presagios y perspectivas para este gobierno no son para nada halagüeños. El hartazgo y la desconfianza de la ciudadanía, del pueblo en general, esta firmemente instalado. Solo falta un detonante para que se desate una violencia generalizada.
Nuestro pueblo generalmente manso y paciente reaccionará. No hay nada más peligroso que un hombre pacífico llevado a defender sus derechos.
Cuando aflore un poco más la debilidad del gobierno, esa prudencia y contención seguramente desaparecerán y los afectados pasarán la factura de las heridas o agravios recibidos.
Cuando el pueblo irritado y enardecido por el desengaño y la frustración se vuelca a las calles se convierte en una masa de imposible conducción. Y las masas en tales circunstancias suelen tener actitudes irracionales difíciles de controlar.
La situación podría degenerar, en una violencia desenfrenada e incontrolable, no conocida en nuestro país en las últimas décadas. No solo respecto a los Kirchner y su entorno cercano, sino también a aquellos que no estuvieron a la altura de sus mandatos, no cumpliendo el juramento realizado al asumir sus cargos y traicionando a sus representados. Es el caso del diputado Rossi quien dio la espalda a sus representados. Similar a este caso, hay numerosos gobernadores e intendentes, jueces y fiscales y otros numerosos funcionarios del Estado.
Esta violencia popular podría generar desmanes, desórdenes, tumultos, copamientos, enfrentamientos y hasta ejecuciones o linchamientos populares. La ira acumulada después de años de engaños, mentiras, agravios y manipulación de la opinión pública, será difícil de contener. O también probablemente no se quiera contener.
Por otra parte el gobierno hace ya tiempo que no controla los medios de violencia que son propias de los Estados. Para mayor claridad el Estado no cuenta con un atributo que le es distintivo y exclusivo y que es justamente el monopolio de la fuerza. Kirchner ha renunciado en forma irresponsable e imprudente a este esencial atributo de todo Estado, o lo realizó en forma premeditada, perfectamente deliberada, consecuente con su ideología.
Es difícil que en el estado actual, las Fuerzas de Seguridad o las policías sean utilizadas para reprimir.
Solo le queda al gobierno para evitar el caos y anarquía, los movimientos piqueteros. En especial el del dirigente “que odia a los blancos, a los ricos y a los que viven en la zona Norte de la ciudad”.
Y en cuanto a las FF.AA., no están preparadas ni instruidas para ello. No saben dispersar una manifestación o contrarrestar un movimiento piquetero. Solo saben, entre otras muchas cosas propias de la guerra, derrotar o aniquilar al enemigo.
Sabemos también que estas constituyen el última ratio en graves emergencias que pongan en peligro la integridad del país o para evitar, en última instancia, la disolución de la Nación.
Pero tienen expresamente prohibido, por la sabia Constitución que algunos “iluminados” pergeñaron, actuar en el frente interno. No constituye ni remotamente una posibilidad que las FF.AA. salgan a sacar las papas del fuego que esta inútil, lamentable y patética dirigencia política ha creado. ¡Afortunadamente! Tampoco pienso que quieran hacerlo...
No obstante, y pese a todo, finalmente tendrán que salir…saldrán a apagar las cenizas cuando ya nada quede en pie.
De todo corazón deseo que Dios le devuelva al Rey y a la dicharachera “promotora de electrodomésticos, (también artefactos de la línea blanca para el hogar), la moderación, equilibrio y sabiduría para evitar este eventual, pero muy probable caos.
La conclusión: Kirchner y la promotora son los responsables de la violencia en el país. El por su personalidad violenta y autoritaria, ella por ser dócil y sumisa a los disparates de su consorte.


NOTAS:

(1) “El que Siembra Vientos Cosecha Tempestades” - A. Weinstabl - Atajo – Periodismo para Pensar - Publicaciones diversas
(2) “Criminal Pasividad del Gobierno frente a los Piqueteros” – A. Weinstabl - La Botella al Mar 19-08-05
(3) “¡Estaba Escrito!” - A. Weinstabl. – Publicaciones diversas
(4) “Una Incitación Irresponsable y Criminal” - A. Weinstabl - Notiar - Publicaciones diversas
(5) “Otra Óptica sobre la Violencia” - A. Weinstabl - Newpolitic - Publicaciones diversas

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