Resultan cuanto menos paradójicas las actitudes de las señoras Fernández de Kirchner y Bachelet en cuanto a esa persistencia en fotografiarse con ese residuo ideológico del comunismo de Castro.
Por Jorge Omar Alonso
Estrechan la flácida mano del verdugo cubano, convirtiendo a ese promotor de la barbarie totalitaria y policial dentro de Cuba en un espécimen frecuentable y a quien encuentran “en muy buenas condiciones”.
Pero por otra parte tienen un discurso sobre “desechos humanos” y democracia, como así el que exhiben también izquierdistas y compañeros de viaje, intelectuales, periodistas y políticos “progres”. ¿Cómo explicar estas paradojas?
¿Cómo entender las diatribas contra Pinochet, Videla o Bush, y por otra parte se encomia al déspota fusilador cubano y a toda la canalla de su gobierno de torturadores?
Y hasta pugnan por una foto con el anciano tirano la cual ha de recorrer los diarios del mundo.
Son numerosos los políticos e intelectuales que a pesar de la derrota ideológica de la izquierda, aún persisten en el error de no reconocer que el totalismo comunista ha sido nefasto en el mundo.
“Nos ha hecho considerar como reaccionarios a los sistemas sociales que aportaban mayor progreso, y como progresistas a los que constituían la mayor regresión”
Jean Francois Revel
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