La Sra. Kirchner termina su confesión de fe con la sibilina frase que el futuro que espera a Hispanoamérica es el que espera a la isla. ¿Significa eso que Cuba -después de 50 años de revolución libertadora- todavía no ha ingresado en su futuro y que, por tanto, Hispanoamérica deberá seguir esperando hasta que se produzca ese numinoso acontecimiento, para seguir luego amorosamente sus huellas?Por José Leopoldo Decamilli
La señora Cristina Fernández de Kirchner, elegida en libres comicios como presidente de la República Argentina, declaró en una entrevista con ABC (10 de febrero pasado) que la revolución cubana “es uno de los episodios trascendentes del siglo XX. El futuro que le espera a la isla es el futuro que le espera a Latinoamérica”.
Dejo ahora de lado la bochornosa calidad de su expresión lingüística para referirme muy brevemente al contenido de sus manifestaciones.
La Sra. Kirchner – máxima representante de un gobierno democrático- confiesa abiertamente su admiración por una revolución que, como se sabe, ha implantado en Cuba desde hace cincuenta años un sistema de gobierno totalitario que ha suprimido todas la instituciones del Estado de Derecho, que viola sistemáticamente los derechos humanos, culpable de crímenes horrendos y que ha condenado a sus habitantes a la esclavitud y a la miseria.
Teniendo en cuenta esta amorosa devoción de la Presidente se comprende mucho mejor lo que está ocurriendo bajo su gobierno en la Argentina: la tendencia a concentrar todo el poder en sus manos y la encomienda de resortes esenciales del Estado precisamente a aquellas fuerzas que –inspiradas y armadas por Fidel Castro- agredieron violentamente a los gobiernos “burgueses” de los años 60 y 70 del siglo pasado para establecer regímenes semejantes al cubano, al precio que fuese, incluyendo el asesinato de sus enemigos desde el anonimato de las sombras.
La Sra. Kirchner termina su confesión de fe con la sibilina frase que el futuro que espera a Hispanoamérica es el que espera a la isla. ¿Significa eso que Cuba -después de 50 años de revolución libertadora- todavía no ha ingresado en su futuro y que, por tanto, Hispanoamérica deberá seguir esperando hasta que se produzca ese numinoso acontecimiento, para seguir luego amorosamente sus huellas?
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