lunes, 9 de febrero de 2009

El riesgo de la caja vacía

Cristina Fernández inicia en España lo que en la Casa Rosada califican de "nueva etapa" en la relación con Madrid. Es el resultado de un esfuerzo poco usual en el tipo de gestión que desarrollan los Kirchner desde 2003. Costó dos postergaciones, muchos discursos para el olvido y negociaciones casi de último momento para que la presidenta pudiera visitar un poco más cómoda la Madre Patria.

Por Victoriano San Martín

Cristina Fernández inicia en España lo que en la Casa Rosada califican de "nueva etapa" en la relación con Madrid. Es el resultado de un esfuerzo poco usual en el tipo de gestión que desarrollan los Kirchner desde 2003. Costó dos postergaciones, muchos discursos para el olvido y negociaciones casi de último momento para que la presidenta pudiera visitar un poco más cómoda la Madre Patria.

Entre tanto, desde Olivos, Néstor juega sus cartas en el peronismo, en el terreno electoral, con mucha más cautela y prevención que en otras etapas de su vida política. Contempla las encuestas, los compañeros que cruzan de vereda en forma permanente, los que insinúan hacerlo cada vez que asoman los peores augurios para el gobierno y, en forma muy puntual, la caída de la recaudación.

La visita oficial a Madrid es muy costosa. De manera directa para los usuarios de los servicios de electricidad y de gas, quienes todavía no salen del estupor que les ha provocado un aumento de tarifas que, no casualmente, está cargado de un componente fiscal superior, en casi todos los casos, al 40%. Y se supone también dispendiosa para el Estado que, en su afán por acercarse a España e intentar que la expropiación de Aerolíneas y Austral no se convierta en un punto de discordia sin retorno, aceptó sentarse con el Grupo Marsans y negociar un acuerdo.

Con los dedos cruzados, que marcan una postura entre irónica y de real incertidumbre, un portavoz habitual del área presidencial estimaba sobre el filo del viernes: "Es cierto que tanto Julio de Vido como Ricardo Jaime conversaron con el representante de Marsans, Vicente Muñoz, y el asunto está en marcha. El viaje de Cristina no podía realizarse sin este reaseguro". La empresa española estaría de acuerdo en que la Argentina asuma una gran parte del compromiso que la firma tiene para la compra de 35 aviones de Airbus.

Así, Marsans retiraría sus demandas en el CIADI, lo que no implicaría que deje fuera de esa mesa de negociaciones sus viejas demandas sobre el "costo" de las dos aerolíneas que ellos consideran existe. Con los dedos ya descruzados para que sus palabras fueran tomadas en serio, el informante agregó: "Aguardamos con expectativa la visita, porque España sigue siendo nuestra puerta a Europa y, además, sus empresas, que son más de 300 en el país, han invertido en los últimos años cerca de 40.000 millones de dólares. La verdad es que no queremos o no podemos seguir tan alejados del mundo". Una reflexión que tuvo carácter absolutamente extraoficial. No son muchos los que creen que esa visión la comparten en el chalet de Olivos.

En resumen, una visita muy forzada en su forma, con la gran apuesta de Néstor de que Cristina es la "mejor embajadora", que se mueve en el terreno internacional como nadie en el país y que, como sucedió en Cuba, va a dar su golpe de efecto en Madrid. Para ello, han trabajado a destajo tres personas: el canciller Jorge Taiana, el embajador español, Rafael Estrella, y el principal negociador K, Julio de Vido. El primero ha realizado ingentes esfuerzos para que CFK les lleve al rey y a Rodríguez Zapatero un presente especial: el pedido de la Argentina en el Grupo de los 20, que sesionará en Londres en abril, para que España sea integrada en forma definitiva al G-8: un gesto que no va a estar ausente en los discursos en Madrid.

Lleva a dirigentes que juegan en la primera división sindical: Hugo Moyano, Jorge Viviani y Antonio Caló. En otros asientos del avión se acomodaron Juan Carlos Lascurain, titular de la UIA, y un ex presidente de esa entidad, José Ignacio de Mendiguren. Nada más adecuado para avanzar en conversaciones sobre salarios, como una "pre-paritaria en escala mayor". Ese ha sido el comentario obligado en los pasillos del gobierno. Pero la pregunta es hasta qué punto se puede pensar en una cumbre en los cielos o en la vieja Madrid. El camionero, el taxista y el metalúrgico vuelan con las caricias de los últimos discursos de Cristina; los empresarios, con las exigencias y recriminaciones de Néstor.

Existía también otra búsqueda con el boleto ida y vuelta a España. La reconciliación de Carlos Reutemann con el diputado Agustín Rossi. "Lole no es que rechazó la invitación de la presidenta, que igualmente agradeció por teléfono, por el solo hecho de que tendría que compartir cabina con el jefe del bloque de Diputados. Simplemente, no quiere estar más tiempo cerca de los Kirchner de lo que lo obliga su condición de peronista y senador". La explicación la ofreció un allegado a Reutemann, en un intento por describir que el posible candidato presidencial para 2011 comparte aquello de que el kirchnerismo tal vez no se extingue, pero que en dos años tiene su fecha de prescripción para seguir en el poder.

El peronismo muestra, en las primeras semanas del año, distintas conductas, muchas reuniones y los mismos protagonistas. Los Kirchner, los Duhalde, Reutemann, Felipe Solá, Francisco De Narváez, Mario Das Neves, los Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, José Manuel De la Sota, quizás otros presidenciables que puedan surgir, los gobernadores y los intendentes con sus exigencias constantes, una variada gama de dirigentes gremiales y de la protesta social y otros que quieren acercarse por la puerta de una concertación plural, que poco se parece a un espacio político y carece de tal pluralidad. Pero, sobre todas las figuras, que podrían traerle mayor preocupación o más satisfacción a NK, un dato lo atormenta, porque pone difuso el camino a octubre: la caja.

Un gobierno acostumbrado a contar con recursos para lo que sea, en especial si se trata de ir por el terreno político electoral, se encuentra ahora un poco asustado. ¿Qué pasará si la tendencia a la baja de la recaudación se acentúa? La lógica desaceleración de la recaudación fiscal ya encendió una alerta roja en el gobierno, que no se apaga. "Cristina y Néstor recibieron informes poco alentadores", admitió un portavoz habitual en la Rosada.

El ex mandatario habría reaccionado con una primera actitud llamativa: "Vos viajá a España, yo me ocupo". No obstante, la presidenta dialogó con Ricardo Echegaray en su última audiencia, antes de partir a Europa. Por su parte, Néstor dio sus instrucciones: "Contener los gastos". Pero con la aclaración de que ese control deje margen para que él pueda manejar la costosa campaña electoral.

No es un dato menor que esa preocupación no sólo está vinculada con la caída de los ingresos derivados de los derechos de exportación, sino con el IVA, que, descontadas las devoluciones, tuvo un retroceso interanual de 0,3%. De todas maneras, persiste entre los hombres que quieren dar mejores noticias a Néstor --Echegaray, Boudou y Chodos-- una expectativa con el blanqueo y la moratoria. No es casualidad que el de la AFIP, por su extrema confianza con los Kirchner, se encuentre en ese organismo con el objetivo de "raspar la olla" para conseguir todos los recursos donde se pueda. Además, habrá que disponer de una muy buena información política y de gestión, para no generar sospechas en la opinión pública acerca de esa búsqueda de fondos.

El componente fiscal que los usuarios leen en las boletas altera los ánimos. Es una desproporción. Y está instalada en medio de un aumento que no es producto de una política con una secuencia, pausada, que no lo convierta, como lo hizo, en un tarifazo. Todo esto ha provocado, al lado de la sorpresa, la desazón y la sospecha. ¿Es necesario tanto impuesto en la luz y el gas, por ejemplo? Es la pregunta ya cotidiana. Sin duda, un impuestazo de tipo indirecto generó amplio rechazo.

Un cóctel muy peligroso para los tiempos electorales. Se comenta en los pasillos de la Rosada que en el gobierno han comenzado a tomar ciertos recaudos. Entre ellos, designar como segundo de Enrique Albistur en la Secretaría de Medios, pero con un rango de independencia operativa importante, a Alfredo Scoccimarro. Hombre de máxima confianza de los halcones de los Kirchner, pero en especial del propio santacruceño.

Con el nombramiento de "Corcho" --como lo conocen sus colegas periodistas--, Néstor, tras una charla con Cristina, puso límites en los manejos de las pautas publicitarias, cuestiones de campaña e información política del gobierno. Ahora, Scoccimarro tiene una delicada gestión por delante. Además, con esa movida sobre la Secretaría de Medios, se terminó parcialmente con una interna muy intensa entre sectores del Ejecutivo. "Colocar a Scoccimarro detrás de Pepe Albistur y en lugar de Daniel Rosso no fue una decisión menor. Con esto, los Kirchner buscaron descomprimir una situación muy complicada", admitió un funcionario.

El manejo de la información política ligada a la campaña debe estar "en manos idóneas", según otro comentario recogido en Olivos. Entre los puntos que seguramente importarán para la difusión, aparece, en primer lugar, el posicionamiento de los K frente a la movilización nerviosa en el peronismo. O en dar verosimilitud a pedidos y rumores que adornan el ya remanido clamor de intendentes para que Kirchner sea candidato por Buenos Aires. "Ya sabemos que en la Argentina muchos han pasado de ser Papa a cardenales, por más que siempre negaron que tal posibilidad los tendría como protagonistas --alusión a Carlos Menem--, pero Néstor ha sido contundente en la intimidad de Olivos al reconocer que con él se suma, pero que no irá porque con eso no alcanza", dijo un jefe municipal, con las reservas del caso.

Sucede que gobernadores e intendentes del conurbano que visitan casi a diario la quinta de Olivos llevaron una propuesta al matrimonio: que Néstor encabece la lista. Los "barones" de los bonaerenses lo quieren por varios motivos: dicen que unificará la acción electoral y obligará a todos a jugar a ganar. Porque maneja la billetera o la chequera y eso posibilita inversiones redituables en el campo electoral. Y hasta estimaron algunos que instalar a Sergio Massa a la cabeza de las listas, aun cuando es quien mejor mide por lejos, quizás restaría el entusiasmo que el propio Kirchner despierta entre muchos intendentes que quieren jugar a fondo y no perder en sus territorios. Las encuestas, si son independientes, parecerían estar hechas a espaldas de esos jefes comunales.

Sin duda, son muchas todavía las incongruencias con que se mueve el peronismo. El dato final está dado en el caso Catamarca, donde las elecciones son el punto de partida, el piloto que en pocas semanas va a concretar el primer enfrentamiento entre Cobos y Kirchner. Serán el 8 de marzo las legislativas. Lo interesante es que ahora el oficialismo local, que lidera el gobernador Brizuela del Moral, va aliado con Julio Cobos, en lugar de hacerlo con la Casa Rosada, como sucedió hasta el año pasado. Y del otro lado de este Frente Cívico estará el Frente para la Victoria, con componentes impensables, como Ramoncito Saadi y Luis Barrionuevo, además del ex cuñado de Néstor, Armando "Bombón" Mercado.

"La mezcla de dirigentes que irán juntos con la bandera del peronismo es para comenzar a escribir una nueva novela política", habría dicho Brizuela. En Punta Mogotes, en pleno festejo de su cumpleaños, Barrionuevo y Duhalde no sólo hablaron de candidaturas en Buenos Aires y de la ausencia de sus mujeres en esa comida política tradicional del verano, sino de Catamarca. Dijo el diputado y gremialista disidente de la CGT: "Esto es lo que tenemos en la provincia. Yo defendí tanto la estructura del partido, que ahora acato y acepto todas las decisiones que tomaron mis compañeros, como la de ir también con el kirchnerismo, por ser parte del peronismo".

La Nueva Provincia

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