Las noticias de estos días han sido los “escraches” sufridos por el diputado Rossi en la provincia de Santa Fe, una comitiva que obligó a la presidenta a cambiar su agenda de visitas e inauguraciones y una lluvia de huevos y piedras al gobernador Scioli también durante una inauguración.
Por Marcela Lentini
Sea por la razón que sea, toda forma de violencia es repudiable. No podemos criticar al “gordo” D’Elia por sus ex abruptos y amenazas y después obrar en forma similar, aunque en lugar de tumberas como los piqueteros se usen huevos podridos o piedritas de la calle. La violencia solo engendra violencia y no beneficia a nadie.
Ni el kirchnerismo gana puntos en las encuestas ni los opositores aparecen como los buenos de la película pidiendo que haya paz y concordia. Ni los del campo o de las fábricas se hacen buena imagen ni los que van como militantes rentados en caravana oficialista para luego terminar a las trompadas defendiendo al gobierno ganan nada.
Al contrario, en el último caso es una lucha de pobres contra pobres. Lo mejor para todos es no entrar en este juego de agresiones porque de un efecto "bola de nieve" puede salir cualquier cosa.
Sin embargo a la hora de analizar las razones de tanta ira al interior de la provincia de Buenos Aires o de Santa Fe, uno encuentra razones mucho mas profundas que una reacción airada ante una visita no grata.
Si cualquiera de los que no somos simpatizantes del gobierno tenemos que soportar humillaciones y ofensas absolutamente inmerecidas cuando nos llaman “gorilas” “golpistas” “oligarcas” “desestabilizadores” “caceroleros de teflón” y muchas cosas horribles más ¿Cómo podrá sentirse el productor agropecuario al que lo han insultado en todas las formas posibles y el gobierno ha hecho gala de una dureza e intransigencia desafiante en todo momento? Y no hablemos del gran productor que probablemente ni se molesta en ir a “huevear” a la vera de un camino, la realidad es que los más indignados son los llamados “autoconvocados” y medianos chacareros, que no son sojeros como por ahí se dice sino productores de carne, lácteos, frutas y verduras que les pagan miseria para revenderla a precios exorbitantes en el mercado local.
El odio de Kirchner hacia el campo es que le quitó su “aura de invencibilidad” y le desenmascaró su repugnante herramienta de construcción de poder: el manejo absoluto de “la caja” para extorsionar gobernadores, intendentes y legisladores, cual siervos en régimen de obediencia.
No es extraño que “el campo” haya denunciado el manejo extorsivo de esos fondos y la no coparticipación de los mismos. Las retenciones no son ni fueron NUNCA para redistribución del ingreso sino para ejercer dominio absoluto….y clientelismo político.
De las pocas veces que Kirchner habló con la prensa, ante la pregunta de por qué se insistía en superpoderes y no se discutía una ley de coparticipación federal equitativa; respondió con una risa socarrona y luego dijo “yo no tengo la culpa que los gobernadores no se pongan de acuerdo en los porcentajes a coparticipar… también están en juego mis convicciones” ¿de qué convicciones hablaba? ¿de ejercer el poder absoluto con mano de hierro?
Un fanatizado “joven K” hace un año atrás me dijo: “es verdad que el país es federal y que debería coparticiparse todo pero si Néstor les deja la autonomía total de la caja a los gobernadores, le saltan inmediatamente a la yugular y ni Cristina termina el periodo ni él puede soñar con volver en el 2011”. Mas claro, echarle agua: ahí tuve la certeza de que estábamos ante un déspota que no iba a reparar en hacer cualquier cosa con tal de atornillarse en el poder.
Y Néstor está atornillado con sueños de perpetuidad ¿o todavía alguien cree que estamos ante un demócrata que amablemente le va a poner la banda a otro presidente para irse a su casita?
Otro peronista “no K” me dijo que ya muerto Perón, nadie se queda en el poder por más tiempo “del que convenga”. Cuando le pregunté cuanto tiempo convenía que quede Kirchner me respondió “por mi que se vaya mañana, pero los tiempos de la política son impredecibles, además hoy estamos tranquilos charlando y mañana te aparece un caso Antonini Wilson recargado con mas condimentos y se les acaba el cuento…o quizás pasen unos cuatro o cinco años, los muchachos se cansan de aguantarles lo maltratosos que son y les dan una patada por el traste bien dada; en el peronismo el peor enemigo no está afuera sino adentro”.
Dos versiones acerca de una misma persona me dejaron solamente esto en claro: que las reacciones violentas y los escraches son productos de ese atornillamiento de Kirchner en el poder.
Uno lo analiza y no puede arribar a otra conclusión: se lo odia por su persistencia, sus trampas y su empeño enfermizo en atornillarse al poder.
Desde las listas colectoras del 2007 junto al robo de boletas nunca investigado, las candidaturas “testimoniales” y el presentarse por un distrito que no es el suyo…hasta la aparición de un De Narváez trucho al que piensan ponerle las boletas mezcladas con el verdadero De Narváez para malograrle la elección donde viene pisándole los talones y en algunos casos ganando ¿Cómo no va a indignar tanto juego sucio, tanta patraña y tanta trampa para ganar a cualquier costo?
Si Kirchner cree que es un ser valioso para la república y está convencido que la gente lo quiere ¿por qué apela a tantos recursos bajos, a la ofensa permanente del adversario, a la descalificación hacia quien no lo vota e incluso a la amenaza de hacer explotar el país? ¿es normal que un político disfrute haciendo reventar a más de medio país y obligando a que lo soporten? Porque aún tomando los resultados del 2007, un 55% por izquierda, derecha o el centro no votó a este gobierno.
Entonces, nada ni nadie justifica a los que hacen escraches; pero que desde el gobierno y muy específicamente desde la persona de Néstor Kirchner han echado troncos al fuego mostrando una inescrupulosidad y un atornillamiento en el poder como nunca antes se vio es una realidad insoslayable.
Me encantaría que Néstor en lugar de tomar lecciones de despotismo y atornillamiento con Chávez, tomara lecciones de civilidad y ética política con Bachelet, Lula o Tabaré Vázquez. Los tres terminan su mandato este año, los tres vuelven a su casa sin dejar maridos, mujeres o parientes en el poder.
El ex presidente Duhalde siempre dice “Argentina es un país condenando al éxito”. Hoy día no lo parece, Argentina se ha convertido en un país condenado a la desgracia… y a Kirchner.
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