Por el Dr. Alfredo Raúl Weinstabl
Simplemente quiero destacar las trasgresiones, las increíbles burdas torpezas del gobierno y las responsabilidades inherentes.
La animosidad absolutamente irresponsable del matrimonio Kirchner, durante los cuatro años de su gestión, ahora solamente de Cristina, hacia el gobierno de la Ciudad de Bs. As. es totalmente inconcebible.
¿Acaso la presidente se olvida que es presidente de todos los argentinos? ¿Y que Macri tiene el status de gobernador similar al de cualquier provincia? …y nada menos que de la principal y la más importante.
Durante todo ese lapso el Jefe de la CABA nunca fue recibido por la pareja real y sus reclamos y demandas nunca fueron escuchadas y menos satisfechas. Permanentemente le fueron frenadas u obstaculizadas sus iniciativas y acciones de gobierno.
La sensación que trasciende hacia el común de la gente es una desleal y permanente acción, casi una competencia, por la cual Macri debe perder, a los efectos que en las elecciones del 2011, llegue desgastado y como fracasado en su gestión, sin probabilidades de éxito en esos comicios.
Ese rechazo de la presidente a atender a los pedidos de Macri arrojó en este conflicto, cuatro absurdas víctimas fatales, decenas de heridos de diferente gravedad e instalado un conflicto en el cual se pretende premiar a aquellos que han violado la ley y que permite suponer que este pésimo ejemplo se contagiará en otras localidades y puntos del país.
El gobierno nacional directamente ha abandonado una de sus principales responsabilidades que es lograr la seguridad interior.
No solo renunció a ello, sino intenta premiar a aquellos que han transgredido y violado ostensiblemente la ley.
Pareciera que la “compañera Cristina” ha olvidado una de las enseñanzas del creador del partido Justicialista: “…dentro de la Ley, todo; fuera de la Ley nada…”
No se sabe exactamente quién del gobierno Nacional dispuso las lamentables decisiones políticas relacionadas con el conflicto. El inefable y cada vez más verborrágico Jefe de de Gabinete, Aníbal Fernández, tal vez para ganar favores de su patrona o simplemente por contagio de su locuacidad, puso la cara.
Con su característica seguridad, energía y aparente convicción, ante la orden judicial, primero mandó a la Policía Federal para controlar el conflicto y luego sorpresivamente en medio del caos, la retiró dejando el parque en manos de los “invasores”.
Al día siguiente, en una extensa conferencia de prensa en que se lo vio sumamente alterado y nervioso, lo que antes era blanco para el piloso Jefe de Gabinete, lo convirtió sin pudor y sin hesitar, en negro.
Y es así que lo que el día anterior expresó “…que ni loco volvería a mandar a los efectivos policiales…”, seguramente por presión de Cristina, tuvo que enviar cientos de efectivos de la Gendarmería y de la Prefectura. Más de mil doscientos efectivos (ref.1) controlan el predio buscando evitar confrontaciones con los vecinos del lugar quienes se oponían a la ocupación del parque.
Asimismo expresó “…que el Gobierno Nacional era un convidado de piedra en el conflicto…”.
Es indudable que el Sr. Fernández deberá volver a la Universidad (¿será abogado o tendrá un título falsificado como su patrona?) para que vuelvan a enseñarle las responsabilidades del Gobierno Nacional en lo que a Seguridad Interior se refiere.
También la presidente se vio obligada por las circunstancias a dar la cara ante la ciudadanía. Lamentablemente en su discurso, expresó conceptos equívocos y desafortunados. Entre ellos, en su clásico doble discurso, sacó a relucir su famosa muletilla de los bastardeados Derechos Humanos (Nunca tan vulnerados como en la actualidad) y que no permitiría que la Argentina se adhiera al Club de Países Xenófobos ¿¿?? (ref.2).
Mientras el conflicto sigue sin solución más de cinco mil personas permanecen en el Parque Indoamericano, muchas mujeres y niños, en carpas improvisadas o construidas con plásticos y cartón y en condiciones lamentables. Una imagen de un campo de refugiados del Medio Oriente.
Pareciera que estos usurpadores y violadores de la Ley serían premiadas por el Gobierno Nacional, con algún título de propiedad o de algún crédito blando para que desistan de su actitud.
Todo el conflicto está enmarcado en una ignorancia supina de las leyes, de enorme mezquindad política, en un insincero uso de los Derechos Humanos y una hipocresía evidente.
El fin es erosionar y demonizar la imagen del Jefe de la CABA. Nunca durante el conflicto, el gobierno se dignó a atenderle sus llamados telefónicos, hasta que la terquedad de Cristina (similar a la de su difunto esposo) se vio superada por los trágicos acontecimientos.
Lo hasta aquí expuesto es a través de una lectura de buena fe de los acontecimientos. No obstante cada vez hay más información que muestra que esta lectura de los hechos es cuanto menos, cándida e ilusa.
Otros enfoques, tal vez más realistas, muestran con firmes indicios y evidencias, que los hechos ocurridos en Villa Soldati siguieron unos planes perfectamente detallados y llevados a cabo por punteros y líderes kirchneristas y que responderían a una perversa estrategia del gobierno.
Sin lugar a dudas este insólito hecho que ocurre por primera vez en esa magnitud no solo en la Capital Federal sino en todo el país, es de responsabilidad primaria de la presidente por la ausencia de políticas de Estado en varios de los aspectos que inciden directamente en esta problema, tales como la falta de un plan habitacional, el enorme y sostenido aumento de la pobreza, el estancamiento del desarrollo y la falta de una política inmigratoria, entre otros muchos temas.
Pero el coordinador de las decisiones que tienen relación puntual con la ocupación del predio del Parque Indoamericano es el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, vocero oficial de la presidente e instrumentador de sus decisiones.
En este caso particular no dejó error por cometer y solamente con sus actitudes, palabras y decisiones avivó el conflicto y prácticamente cerró el diálogo con el gobierno de la Ciudad. La presidente, para el éxito de su propia gestión, debería separarlo de inmediato del importante puesto que cubre en su gobierno. ¿O tal vez este nefasto personaje se ha convertido en un nuevo Rasputín en reemplazo del fallecido ex presidente?
NOTAS:
(1) Para mantener el cerco con esos efectivos y efectuar los relevos correspondientes se precisa un número, como mínimo, dos veces mayor, que los efectivos desplegados, es decir 3.600 en total.
(2) Argentina de ser uno de los pocos países del mundo sin ninguna política de inmigración. Tener política de inmigración no significa en absoluto ser xenófobo.
Más información http://www.politicaydesarrollo.com.ar/
Contacto: politicaydesarrollo@gmail.com
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