El objetivo final es conseguir la misma situación que se vive en Cuba, donde el derecho de estar informado queda reducido a unas pocas emisoras que sólo difunden loas al régimen.
Por Ángel Sastre
El presidente Hugo Chávez encara una verdadera guerra contra los medios privados en todo el país. El cierre de RCTV fue el precedente que está sosteniendo los procesos contra Globovisión y, ahora, le ha llegado el turno a las emisoras de radio regionales.
El objetivo final es conseguir la misma situación que se vive en Cuba, donde el derecho de estar informado queda reducido a unas pocas emisoras que sólo difunden loas al régimen.
Y es que, repentinamente, después de diez años en el poder, la Administración bolivariana acaba de darse cuenta de que 400 radios están funcionando sin permiso.
Los principales afectados serían circuitos de radios opositoras como Unión Radio y KIS FM. El circuito Unión Radio, por ejemplo, está conformado por 12 emisoras, pero en realidad sólo 3 son propiedad de la empresa, las otras están a nombre de particulares.
Además, el Gobierno olvida que es el primer latifundista del espectro radioeléctrico. Radio Nacional de Venezuela cuenta con 80 emisoras y Venezolana de Televisión suma 40 antenas en el país.
Pero el proceso parece imparable y el ministro venezolano de Obras Públicas, Diosdado Cabello, anunciaba que desde ayer y hasta próximo lunes se abrirán los procesos administrativos contra 285 emisoras de radio y televisión privadas, que por no actualizar sus datos ante el Estado podrían perder sus permisos de transmisión.
El funcionario también adelantó que iba a ser publicada en la Gaceta Oficial una «providencia administrativa» que indica que los canales que salen por la modalidad de cable deberán tener un 70% de producción venezolana y regirse por la Ley de Responsabilidad Social.
El ministro Diosdado Cabello también dijo que recuperarán la mitad de las acciones de Globovisión, porque la concesión fue otorgada a dos personas y una de ellas falleció. «Aunque lloren y chillen vamos a hacer cumplir la Ley» agregó.
Por su parte, Alberto Ravell, periodista y directivo de la cadena televisiva venezolana Globovisión, dijo que el líder caribeño sigue su avanzada contra los medios de Prensa «y ahora le tocó el turno a las radios».
«A partir de hoy elimina 250 emisoras, porque dicen que no tienen los papeles en regla. Pero cuando alguien se presenta en tribunales para comenzar los trámites de regulación, los jueces no están», denuncia Ravell, para añadir: «Se retiran las concesiones incómodas para otorgarlas a manos de militantes del Partido Socialista Unido. El delirio chavista bajo una consigna: un partido único y un único discurso».
El cierre de radios se encuentra enmarcado dentro de la reforma de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones aprobada recientemente con el propósito, de «democratizar» las telecomunicaciones, según el Gobierno. En el texto se afirma que la ley se promulgó, entre otras cosas, para «garantizar la salud mental del pueblo venezolano». Por lo visto, las seis horas diarias del programa «Aló Presidente», en el que Chávez hasta canta, no afectan a la mente.
La Razón (España)
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Por Ángel Sastre
El presidente Hugo Chávez encara una verdadera guerra contra los medios privados en todo el país. El cierre de RCTV fue el precedente que está sosteniendo los procesos contra Globovisión y, ahora, le ha llegado el turno a las emisoras de radio regionales.
El objetivo final es conseguir la misma situación que se vive en Cuba, donde el derecho de estar informado queda reducido a unas pocas emisoras que sólo difunden loas al régimen.
Y es que, repentinamente, después de diez años en el poder, la Administración bolivariana acaba de darse cuenta de que 400 radios están funcionando sin permiso.
Los principales afectados serían circuitos de radios opositoras como Unión Radio y KIS FM. El circuito Unión Radio, por ejemplo, está conformado por 12 emisoras, pero en realidad sólo 3 son propiedad de la empresa, las otras están a nombre de particulares.
Además, el Gobierno olvida que es el primer latifundista del espectro radioeléctrico. Radio Nacional de Venezuela cuenta con 80 emisoras y Venezolana de Televisión suma 40 antenas en el país.
Pero el proceso parece imparable y el ministro venezolano de Obras Públicas, Diosdado Cabello, anunciaba que desde ayer y hasta próximo lunes se abrirán los procesos administrativos contra 285 emisoras de radio y televisión privadas, que por no actualizar sus datos ante el Estado podrían perder sus permisos de transmisión.
El funcionario también adelantó que iba a ser publicada en la Gaceta Oficial una «providencia administrativa» que indica que los canales que salen por la modalidad de cable deberán tener un 70% de producción venezolana y regirse por la Ley de Responsabilidad Social.
El ministro Diosdado Cabello también dijo que recuperarán la mitad de las acciones de Globovisión, porque la concesión fue otorgada a dos personas y una de ellas falleció. «Aunque lloren y chillen vamos a hacer cumplir la Ley» agregó.
Por su parte, Alberto Ravell, periodista y directivo de la cadena televisiva venezolana Globovisión, dijo que el líder caribeño sigue su avanzada contra los medios de Prensa «y ahora le tocó el turno a las radios».
«A partir de hoy elimina 250 emisoras, porque dicen que no tienen los papeles en regla. Pero cuando alguien se presenta en tribunales para comenzar los trámites de regulación, los jueces no están», denuncia Ravell, para añadir: «Se retiran las concesiones incómodas para otorgarlas a manos de militantes del Partido Socialista Unido. El delirio chavista bajo una consigna: un partido único y un único discurso».
El cierre de radios se encuentra enmarcado dentro de la reforma de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones aprobada recientemente con el propósito, de «democratizar» las telecomunicaciones, según el Gobierno. En el texto se afirma que la ley se promulgó, entre otras cosas, para «garantizar la salud mental del pueblo venezolano». Por lo visto, las seis horas diarias del programa «Aló Presidente», en el que Chávez hasta canta, no afectan a la mente.
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