Al cierre de este despacho en un lugar no determinado de esta capital los principales dirigentes del radicalismo y el socialismo continuaban reunidos analizando las elecciones del pasado 28 de junio y proyectando el futuro de cara la próxima contienda primaria del 2 de agosto y las generales del 27 de septiembre.
Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Previamente, la cúpula radical consensuó las posiciones a exponer ante sus socios en el intervenido Comité Provincia. Según pudo saber nuestro Diario, no pocos dirigentes piensan que la derrota por muy poco de Giustiniani a mano de Reutemann les “devolvió el alma al cuerpo” al radicalismo, ya que un triunfo de “Pechito” (tal el seudónimo del senador socialista reelecto por la minoría) hubiera situado al socialismo en posiciones de altanería imposible de manejar.
Otros, mas moderados, entre los que se encuentran el propio Ministro de Gobierno y mano de derecha de Binner Antonio Bonfatti, creen que se debe consolidar el Frente, pero básicamente entre los dos principales Partidos fundacionales: la UCR y el PS, sin relegar por ello al resto de los accionistas, pero otorgándoles en el reparto de dividendos estrictamente lo que les corresponde; no mas.
Es que el centenario Partido de Alem e Irigoyen gobierna en mas de cien comunas y 16 municipalidades y posee mas de 70 concejales, mientras que el socialismo solamente – lo cual no es un dato menor, pero no excluyente según pudo advertirse el 28 de junio- gobierna Rosario; el PDP lo hace en apenas un par de comunas. El ARI, SI y Encuentro directamente no tienen gobiernos locales.
De esta manera, los radicales piensan que mientras el socialismo se consolida a nivel provincial merced a una buena gestión (de la cual no forman parte con funcionarios, reprochan) no debe pasar por alto el poder territorial de la UCR que administra nada menos que la ciudad capital Santa Fe, Santo Tomé, Villa Gobernador Gálvez, Reconquista y Avellaneda.
En cuanto a la despareja distribución territorial de cargos en la lista de aspirantes a diputados nacionales, el socialismo piensa que de la misma manera en que, por ejemplo Carlos Reutemann armó su lista sin consultar con nadie, el socialismo a la hora de confeccionar la grilla de candidatos tuvo que ofrecer los primeros lugares a sus socios radicales, del ARI, PDP quienes se inclinaron por candidatos de Rosario (a decir verdad, el senador radical Felipe Michlig quería en el quinto lugar al sancristobalense Edgardo Martino), dejando no sólo a Santa Fe, sino al Centro-Norte sin representación, lo cual tuvo un efecto casi letal a la hora de la verdad en las urnas, sobremanera en esta ciudad capital.
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